Espejo.

Carmen, inmersa en odio, con su cuerpo empapado en sudor y agitación, patea y golpea insistente, el temeroso y empapado cuerpo de Ana, que acurrucada en un rincón de la oscura habitación respira fatigada. Ana llora desesperada y sostiene con fuerza una pequeña caja con fósforos. Dolorida y cansada de resistir, suelta la caja, y mira a diferentes ángulos de la pequeña habitación. Ahogada, pega un alarido desesperado, veloz se acerca a una rejilla que se halla en el suelo. Apoya su boca allí, tomando el poco aire que ingresa. Carmen toma desesperada la caja de fósforos, agarra rápido un cigarrillo que se halla en el suelo, se apoya contra la pared y con una sonrisa desencajada abre la caja…Dos fósforos usados se hallan dentro. Inútilmente intenta usarlos hasta romperlos… Desvastada apoya la cabeza contra la pared, se desliza por ella hasta sentarse en el suelo y con bronca, suelta el cigarrillo… Resignada, comienza a llorar. Ana intenta recuperar su ritmo respiratorio, mira fijo a Carmen, y comienza a sacarse la ropa. Carmen alarmada se incorpora e intenta evitar se desnude. Ambas se golpean fuertemente y sin piedad. Ana despojada forcejea con ella y logra sacarse su vestido quedando desnuda. Carmen horrorizada, dirige su mirada hacia un rincón y evita mirarla. Ana se acerca a la espalda de Carmen. Carmen mas desesperada aun, comienza a golpear la pared impotente, lastimando sus manos. Ana la toma por la espalda, la enfrenta con su cuerpo desnudo, la mira y de un tiron, rompe los botones de la camisa de Carmen. Ambas agitadas se miran profundamente y confundidas. Una melodía suave de violín comienza a escucharse a lo lejos. Carmen resignada se rinde nuevamente en el piso e intenta cubrirse el torso con su camisa rota. Los ojos de Ana se iluminan, comienza reír a carcajadas… Su cuerpo desnudo danza al ritmo de la música por la habitación. Fuerte y decidida mira a Carmen, y dice: - Perdiste, salgo yo.

Victoria Miranda.