miércoles, 17 de noviembre de 2010

Mujer…

Nació de un mito, que marco su cicatriz llamada condición y variedad… La historia en furia, la mostró marginada, y condenada, por su pecado y veneno… Las noches de brujas la quemaron mil veces, acusando locura, y maldad espiritual…Su fértil paso, la disfrazó, variadas ocasiones… Duras guerras la convirtieron en fuerza, y miedo. La traición le exigió venganza, la tortura, dolor… La histeria volvió a ahogarla, en el juicio y castigo silencioso del cuerpo. Abusadas, reprimidas y confusas épocas, la transformaron en brusca, anormal, inocente, torturada, guerrera, intuitiva, y mágica… La gozaron, salvaje, envolvente, sensual, y tramposa…Años después, la pidieron íntima, recatada, inocente e invisible. Millones de hijos, la consideraron necesaria, amorosa, delicada y acuosa. El poder, la volvió pegajosa, inflexible y manipuladora. En gritos y plegarias no escuchadas se la vió dormida y ausente. La imagen la convirtió en enemiga, matando su naturaleza y transformando su cuerpo en nada. El bisturí le plagio la intuición y capacidad de entrega. El mito logró renacerla mostrando su hermosa desnudez, y pidiendo en un llanto infantil, su verdadera y circular luz, esa luz lunar, brillante, intrínseca, profunda….Y sobre todo real, tan real como él, tan difícil de ver, tan opuesto, tan humano…Y sobre todo tan real…

Publicado en la exposicion: " Esa mujer" de Julieta Galasso Y Sabrina Cavalotti, en el museo "Simik"

Victoria Chaya Miranda.
guionesytrama@yahoo.com.ar
http://victoriachayamiranda.blogspot.com

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